De las noticias económicas recientes, el Bureau of Labor Statistics (BLS) publicó el IPC correspondiente a junio, generando una noticia positiva en el mercado, dado que la lectura interanual de la definición “core” fue de 4,8% versus un consenso de expectativas de acuerdo a Econoday de 5,0%. La Universidad de Michigan publicó su índice de sentimiento del consumidor, generando también una sorpresa en el mercado, dado que el dato publicado superó al consenso de expectativas.
La publicación del IPC ha generado un movimiento en las expectativas de tasas de interés que podría ser peligroso. En lo que respecta al corto plazo, sigue siendo el escenario de mayor probabilidad aquel en el cual el FOMC aumente 25 pbs en la reunión del 26 de julio a su tasa de política monetaria. El cambio se ha dado para las expectativas del año que viene. Mientras que señalábamos la semana pasada como una buena noticia que el mercado había internalizado en sus expectativas un escenario de baja más lenta, que tendía a coincidir más con la Reserva Federal, esta semana ocurrió todo lo contrario.
En forma opuesta a lo desarrollado la semana pasada, este cambio de expectativas en las tasas de interés, ha modificado nuevamente a la curva de rendimientos de instrumentos de la deuda del Tesoro de EE.UU., pero en esta oportunidad comprimiendo a los mismos.
En un contexto, donde parecía difícil que el S&P500 pudiese registrar en el corto plazo nuevos máximos, el aumento de sorpresas positivas en la temporada de resultados, y el optimismo generado por la publicación del IPC, parecen haber sido los fundamentos para poder lograrlo.
Nasdaq ha anunciado que realizará un especial rebalanceo de su índice Nasdaq-100. El motivo del mismo es que se ha superado uno de los criterios de concentración definidos en su metodología. Dicho rebalanceo entrará en vigencia antes de la apertura de mercado del 24 de julio.