La semana que acaba de terminar -y la que está a punto de arrancar- tendrán un fenómeno en común: la volatilidad previa a las elecciones, cuyo principal síntoma es la suba del dólar, tanto en el segmento blue como en el financiero. Y la demanda de divisas no para de aumentar en los mercados menos regulados.
Mientras el billete informal tocó un máximo de $577 el último miércoles y cerró la semana en $574, el dólar MEP también escaló, pero a un ritmo menor. Debido a las intervenciones oficiales, el tipo de cambio financiero calculado con el bono AL30 terminó el viernes en $514,70. Desde fines de junio, esa cotización sube 32,2%.
Según privados, el Gobierno ya gastó alrededor de US$1800 millones desde abril para evitar saltos bruscos en el dólar MEP. En un contexto de reservas en mínimos, esta semana la Comisión Nacional de Valores tomó medidas para prohibir la compra y venta de este tipo de cambio en diferentes plazos con una frecuencia menor a los 15 días.
Así, cortó con un arbitraje que hacían algunos operadores para comprar dólares “baratos” en el plazo intervenido por el Banco Central para venderlos más caros en otros plazos. Por lo tanto, el objetivo es que se gasten menos reservas en mantener el precio del dólar MEP por debajo del blue.
Por el contrario, las versiones del tipo de cambio financiero en las que no hay participación del sector público, llegaron a niveles más parecidos a los del dólar blue. Por ejemplo, el contado con liquidación terminó la semana en $585,41 y acumula un alza de 14,3% desde fin de junio.
Aumenta el interés por el dólar MEP
Cuando el precio del dólar sube, la demanda se multiplica. Si a eso se suma el calendario electoral y la frágil situación macroeconómica, se obtiene un combo perfecto para disparar la demanda de divisas.
Debido a la docena de restricciones que existen para acceder al tipo de cambio oficial, los mercados alternativos se convierten en receptores de las ansias de dolarización preelectoral. En el caso del blue, por ser un circuito ilegal, no se puede sondear ese fenómeno de forma fehaciente.
En cambio, en el dólar MEP y las inversiones en moneda extranjera sí se puede verificar el creciente interés. “Notamos que los clientes han optado por ir dolarizando parte de sus tenencias no solamente con dinero en cuenta de inversión, sino también a través de obligaciones negociables de empresas de primera línea, títulos de deuda soberanos y/o subsoberanos. El inversor generalmente toma la decisión de dolarizarse como una estrategia defensiva previa a las PASO”, comentó Gonzalo Mendive, gerente corporate de Grupo IEB.
Por su parte, en Banza compartieron detalles del crecimiento que observaron en la operatoria de dólar MEP a través de su aplicación. Según indicaron, el volumen de julio fue un 65% superior al de junio y en la última semana del mes pasado, tras la “devaluación fiscal” que aplicó el Gobierno, subió un 30% con relación a los cinco días previos.
“En julio más ahorristas optaron por comprar dólar MEP en un click. Consideramos que esto tuvo que ver con las últimas medidas cambiarias, que incentivaron de alguna manera a más inversores a considerar este tipo de dólar, que además de ser 100% legal, no tiene límite máximo por mes y que en plataformas como la nuestra se compra simplemente apretando un botón”, asegura Agustín Honig, CEO de Banza.
Finalmente, en la fintech Ualá también reconocieron que hubo un crecimiento tanto en los usuarios que operan dólar MEP como en los volúmenes que mueven. Desde la compañía dijeron a TN que ambos ítems tuvieron un alza de 500% desde enero hasta hoy.