La aproximación de las elecciones comenzó a hacer ruido en los dólares, impulsados a su vez por una presión inflacionaria incesante y un BCRA que lentamente se va quedando sin herramientas para contener los FXs financieros. En tan sólo la última semana tanto el CCL como el MEP escalaron 10%, rompiendo récords en sus cotizaciones: $900 para el CCL y $800 para el MEP.
Dentro de los factores que explican esta disparada de las cotizaciones financieras podemos destacar el retorno de las ventas en el MULC por parte del BCRA. Tras 35 ruedas con saldo comprador en el mercado de cambios, la autoridad monetaria se desprendió de más de USD 100 MM en las últimas tres ruedas, esto sin tener en cuenta la intervención en el mercado secundario de bonos, la cual se aceleró en los últimos días y significó salidas de dólares para la autoridad monetaria por más de USD 350 MM en la última semana. Si miramos más hacia atrás, en agosto la intervención totalizó USD 870 MM (impulsada en los días previos a las PASO) y en septiembre USD 720 MM (particularmente acelerada en los últimos días del mes). Estas salidas de dólares llevan al mercado a cuestionar la capacidad restante de la autoridad monetaria para hacer frente a la creciente demanda de divisas, llevando a su vez a intervenciones menos efectivas que permiten a los FX escaparse de manera más apresurada.
Otro factor a tener en cuenta es la debilitada demanda de pesos, reflejada en la caída de los depósitos a plazo fijo y el derrumbe de la deuda en pesos. Desde la semana posterior a las elecciones primarias hasta el cierre de septiembre, los depósitos a plazo fijo del sector privado cayeron un 12% en términos reales explicado por las tasas reales negativas, con la deuda en pesos acompañando las caídas y la continuación de rescates en FCI. El desarme de posiciones en pesos de los últimos días posiblemente se dé como respuesta a una mayor dolarización de carteras que recalienta las cotizaciones.