Luego de un julio muy pobre para las reservas del BCRA, agosto llegó como un punto de inflexión para los dólares del BCRA. Desde comienzos de mes el BCRA lleva acumulados más de USD 500 MM, mientras que en julio se encontró vendiendo divisas por USD 182 MM. ¿A qué se debe este cambio de tendencia?
Julio vio al BCRA vendiendo divisas en gran medida por pagos de importaciones de energía y la reducción de plazos para el pago de importaciones. Ya en agosto, las menores importaciones de energía han dado un impulso al ritmo de compras del BCRA, agregando el impacto de la mayor certidumbre de que no habrá un salto discreto del tipo de cambio en el corto plazo.
Más allá de que los agregados monetarios continúan en niveles históricamente bajos, la dinámica de la demanda de dinero (medida con los agregados monetarios en términos reales) desde mayo ha sido muy positiva: el circulante en poder del público creció un 41%, el M1 un 17% y el M2 un 12% desde el 30 de abril.
La deuda soberana HD retrocede 2,6% en la semana, luego de buenos resultados en las últimas dos semanas parecería ser que el mercado vuelve a mostrar dudas sobre la fiabilidad de los pagos futuros. Creemos que el mal rendimiento se debe a razones idiosincráticas, donde parece pesar más el “ability” por sobre el “willingness”. Mirando a futuro la falta de señales de salida del cepo y la baja del impuesto PAIS pondría en duda la continuidad positiva en términos de acumulación de dólares.
Con respecto a los bonos en pesos, se enfría la fiebre por los bonos CER sin embargo la inflación break even continúa subiendo. Prevemos unas semanas inciertas a la espera del dato de inflación de Agosto que terminará de confirmar si el gobierno puede perforar o no el 3,7% de IPC núcleo. En caso de hacerlo (escenario que vemos más probable) recomendamos posicionarse en el tramo largo de la curva Lecaps.
El S&P Merval comenzó una caída desde nuestro último semanal que lo llevó a retroceder un 6,8% en moneda dura, luego de varias ruedas positivas. Las primeras presentaciones de resultados del sector bancario muestran un negocio bancario tradicional que comienza a traccionar lentamente, con una reducción de tasas y menores ingresos por TP. Aún así, mantenemos nuestra estrategia de cartera; fuerte exposición al sector de Oil & Gas, lo que permite obtener tanto defensividad como upside futuro, manteniendo las ponderaciones asignadas al resto de sectores.