Durante la semana pasada, los mercados se movieron al compás de las sorpresas que fueron generando los indicadores económicos. En el comienzo de la semana, la publicación del IPC sorprendió al consenso de las estimaciones. El dato de mayor preocupación fue la variación mensual de la definición “core”. Pasando de la inflación al nivel de actividad, las ventas minoritas mostraron un comportamiento más débil al esperado y la producción también quedó por debajo de los consensos. Luego de una sucesión de semanas, durante las cuales todos los datos relacionados con el nivel de actividad venían dando por encima de lo esperado, la semana pasada representó un cambio de sentimiento.
Con respecto al calendario económico, no hay agendados indicadores de alta relevancia para los mercados. Varios miembros del FOMC tienen agendadas presentaciones y el Tesoro colocará un bono a 20 años el miércoles.
La sorpresa provocada por el dato del IPC tuvo un impacto directo sobre las expectativas de tasas de interés. El mercado redujo la cantidad de recortes de 25pbs a solo 4.
A su vez, los cambios en las expectativas de tasas, tuvieron sus impactos en el mercado de deuda. En el caso particular de la tasa a 10 años, durante la semana pasada, registró los máximos niveles del año. Seguimos recomendando corta “duration.
Con respecto al S&P500, desde la lectura técnica hay señales desde amarillas a anaranjadas en cuanto a la posibilidad de al menos un “pull back” de la presente tendencia alcista. Desde los “fundamentals”, la temporada de resultados del último trimestre del año pasado ya avanzó al 79% de las 500 compañías del S&P500, con un porcentaje de sorpresas positivas del 80,0% el cual compara con el promedio histórico de 66,6% y el promedio de los últimos cuatro trimestres de 76,4%. Un aspecto muy importante de esta semana en lo que se refiere a la temporada de resultados es que el miércoles 21 tiene agendado publicar sus resultados Nvidia (NVDA).