Luego de tres meses de “pullback” en el mercado de acciones y de corrección en los bonos de larga “duration”, noviembre definió un terreno muy constructivo para los mercados de capitales. Se siguió confirmando la desaceleración de la inflación, el crecimiento económico también mostró señales de desaceleración, pero dentro de un escenario base de “soft landing”.
A las señales de debilidad económica que había dejado la semana previa el sentimiento del consumidor, se sumaron la semana pasada el consumo personal y el índice manufacturero del ISM. No obstante, tanto Yanet Yellen (titular del Tesoro de EE.UU.), como Christopher Waller (miembro del directorio de la Fed) se mostraron optimistas la semana pasada en cuanto a que esperan un escenario de “soft landing” para 2024.
Con respecto al calendario económico de esta semana, la noticia más relevante será el viernes cuando se publique el reporte de la situación del empleo del BLS. Dada la sensibilidad sobre las expectativas de nivel de actividad, también concentraría atención la publicación del índice de servicios del ISM.
Por el momento, el mercado sigue considerando que el FOMC dejará sin cambios a su tasa de política monetaria, en la reunión del 13 de diciembre.
Pese a la fuerte recuperación de precios que registro la deuda del Tesoro durante noviembre, aquellas con “duration” superior a 7 años, aún se encuentran con una performance negativa en el acumulado del año. Para aquellos inversores con un horizonte de mediano y/o largo plazo tiene sentido aumentar “duration” en su portafolio de deuda.
En el contexto de “Santa Rally” que caracterizó a las acciones durante noviembre, el S&P500 encontró una resistencia, al menos temporal, en la zona de 4.600. En términos relativos, el Russell 2000 luce atractivo como parte de un movimiento táctico para finalizar el año.