A pesar del incremento en la tasa de inflación y la decisión de la autoridad monetaria de no tocar la tasa de interés, el gobierno continuó con su catarata de anuncios electoralistas que se traducen en un plan “platita” que intentará capturar votos al costo de mayor déficit y, por tanto, emisión monetaria. Un combo bastante peligroso para una economía que se encuentra contenida en base a un rígido cepo cambiario, normativas que impiden el acceso a dólares e importaciones virtualmente cerradas.
El ministro-candidato Massa siempre bregó por la eliminación del impuesto a las ganancias. No obstante, las preguntas obligadas son: ¿por qué ahora a meses de finalizar su mandato? ¿Cómo va a financiarse el paquete de medidas? La respuesta es clara: con mayor emisión; directa o indirecta. Un espectador de la situación podría decir sin temor a equivocarse que se está jugando con fuego.
En el frente cambiario, el gobierno aseguró que el tipo de cambio oficial se mantendrá en $350 hasta finales de octubre. Con una inflación de septiembre probable de dos dígitos, ¿continuará el BCRA sin subir la tasa? No es un dato menor; la vuelta a la tasa de interés real negativa ha puesto presión a los dólares financieros que se mantienen hoy contenidos por intervenciones y por la oferta que aporta el agro al liquidar un 25% a dólar cable. Una vez terminado el programa y en la recta final hacia las elecciones generales habrá que prestar especial atención a los FXs financieros pues pueden llegar a dar sorpresas.
Con respecto a la renta fija, creemos conveniente estar posicionados en instrumentos CER cortos para cubrirnos frente a una eventual suba de tasas, particularmente nos gusta la Lecer noviembre (X23N3). El último dato de inflación ya impacta en el CER que se encuentra corriendo a una TEA de 314,7%. Creemos que el sintético DL octubre pierde atractivo frente a un aumento en las probabilidades de que el tipo de cambio oficial no se mueva hasta ese entonces, mientras que seguimos prefiriendo mantenernos afuera de títulos a tasa fija.
Ayer realizamos un rebalanceo de nuestra cartera de acciones argentinas para reflejar un escenario en el que potencialmente se vuelva a recurrir a la renta variable como refugio frente a potenciales devaluaciones y/o incrementos en la nominalidad. No todos los sectores responden igual y vemos algunos que aún en este contexto macro complejo presentan fundamentals sólidos.