Finalmente, el gobierno terminó por implementar una devaluación “impositiva”. En un intento de dar una señal al fondo y de incrementar la alicaída recaudación, optó por no realizar un salto discreto del tipo de cambio oficial e implementar un impuesto sobre las importaciones. El arancel aplicable depende de los rubros a importar y, conjuntamente con el lanzamiento oficial del “Dólar Soja” IV, vuelven a incrementarse la multiplicidad de tipos de cambios diferenciales, cuya enumeración ocuparía el resto de esta introducción.
El inminente viaje del ministro-candidato Massa a Washington para terminar de cerrar el acuerdo nunca terminó por concretarse. Y el único logro obtenido hoy por hoy por parte del gobierno podría definirse como el pronunciamiento del fondo de un “acuerdo” para lograr un “acuerdo”: sin detalles, ni montos, ni fechas.
En este escenario, nuestra visión sobre la imposibilidad del gobierno de llegar a anunciar un acuerdo antes del receso de 15 días que se toma el organismo a partir del 31/7, se vuelve cada vez más certera. Por tanto, vemos como el más probable de los escenarios, que los vencimientos se paguen con reservas. El punto clave es que sí o sí, este pago deberá efectuarse en Yuanes y, para lograr esto, el gobierno debe lograr la activación del segundo tramo de USD 5.000 MM y no es público que es lo que pueda llegar a solicitar China para dar el visto bueno (recordemos que, entre el 31/7 y el 1/8, vencen un total de USD 3.432 MM).
De acuerdo a dichos que ha vertido el ministro-candidato Massa el acuerdo destrabaría un volumen suficiente como para cubrir largamente las obligaciones de este año (que quitando el vencimiento del 31/7 y el 1/8 ascenderían a USD 5.177 MM). Más aún, especificó que dichos desembolsos se haría en dos tramos: un 75% post PASO y el restante 25% luego de las generales de octubre. Veremos cuándo y cuánto de lo anunciado por Massa se termina materializando.
En medio de toda esta situación tan compleja en lo económico y tan incierta en lo político contamos, al menos en nuestra visión, con una cierta certeza: el gobierno realizará hasta el último esfuerzo para contener los FXs financieros al menos hasta pasadas las PASO e incluso intentará por todo los medios extender dicha pax cambiaria hasta las elecciones de octubre.