El resultado de las elecciones generales fue esperado pero sorpresivo al mismo tiempo. Las encuestas daban mayoritariamente un escenario de balotaje: Milei se perfilaba como el favorito y, si bien quedó dentro de la carrera a la presidencia, el ministro-candidato Massa logró un mejor resultado.
El mercado interpretó este resultado como un Milei corriéndose hacia el centro para captar votos de JxC y Schiaretti o un eventual triunfo de Massa. En ambos escenarios las probabilidades de un escenario “disruptivo” descendieron fuertemente y, como consecuencia, cayeron fuertemente los futuros de dólar, los FXs financieros y demás activos argentinos.
El overshooting de búsqueda de cobertura terminó en un re-pricing de la renta fija corporativa, la renta variable e incluso la deuda soberana en pesos. De cara a la segunda vuelta la clave será monitorear las probabilidades de cada candidato para llegar al sillón de Rivadavia.
No es lo mismo que Massa o Milei se perfile como el favorito: En el primer escenario es probable que la volatilidad de corto sea menor y se pueda asumir una cierta continuidad en las políticas económicas; aunque sin dudas Massa deberá atender varios problemas de fondo en un eventual próximo mandato.
El segundo escenario sigue siendo aún disruptivo pero acotado a lo que deba moderar Milei para seducir votantes ubicados más hacia el centro.