Como sucede con las acciones, los bonos argentinos también esperan un cambio de Gobierno y extendieron las subas en las últimas semanas. Si bien todavía permanecen rezagados con respecto a los papeles de las empresas, acumulan varias ruedas en terreno positivo.
Este jueves, los títulos públicos se despegaron de la baja que mostraron las acciones y continuaron su ascenso. Los Globales registraron alzas promedio de 40 centavos de dólar y los Bonares aumentaron US$1. El resultado de ese movimiento fue una baja de 91 unidades en el riesgo país, que se ubicó en 2216 puntos.
“Sin que existan fundamentos desde la macro, ya que las reservas siguen cayendo desde la finalización del dólar soja y los desbalances monetarios se agudizan, los bonos soberanos vuelven a tener un rally alcista esta semana que alcanzan una suba promedio de 6% y acumulan un recupero en las paridades de alrededor del 17% en lo que va del mes. Los factores detrás de esta suba parecen ser exclusivamente locales”, interpretó un informe de Invertir en Bolsa (IEB).
Con las expectativas intactas, el mercado sube a la espera del desembarco de un gobierno más amigable para el mercado, que quite regulaciones al sector financiero.
“Entiendo que el mercado está haciendo una lectura positiva del contexto electoral. Las fórmulas del oficialismo que se confirmaron -Wado De Pedro y Daniel Scioli, hasta el cierre de esta nota- parecen menos competitivas de lo esperado y hay cierto ordenamiento de la oposición, que se vio fortalecida. Además, si nos basamos en el precio de los activos, siguen estando en valores atractivos”, afirmó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen.
Por su parte, Pablo Repetto, socio de Aurum Finanzas, consideró que hay varias razones que impulsan el precio de los bonos. “Venían bastante castigados, hay una expectativa de cambio de Gobierno que parecería ir consolidándose y hay algunas restricciones normativas que favorecen la suba”, sostuvo.
Menos diferencia entre Buenos Aires y Nueva York
Con la suba de los últimos días, además, se comprimió la diferencia de precio entre los bonos que tienen legislación local (bonares) y aquellos que operan bajo la ley de Nueva York (globales).
Estos últimos, se supone, estarían más protegidos en el caso de un default, ya que los tenedores pueden reclamar ante tribunales internacionales. Sin embargo, las historias de reestructuración de deuda argentinas siempre dieron trato igualitario a los inversores de ambas jurisdicciones.
El reporte de IEB indició que los bonos soberanos (especialmente los bonares) se incrementaron casi un 5% durante la semana. En particular, resaltó la fuerte suba del AL30, que saltó 30% en la semana, mientras que el mismo bono con ley extranjera solo avanzó 6%.
Esto generó una reducción en la brecha por legislación, que “se situaba en niveles inusitados de 30%”. “Así el spread entre el AL30 y el GD30 se redujo durante la semana a un 22,7%, casi 700 puntos básicos (siendo su promedio histórico 11,5% y su máximo 31,5%)”, indicaron los analistas de esa compañía.
“Siempre resultó poco claro que existiera tan alto diferencial. En su momento era porque había cierto riesgo de que el FGS u organismos públicos salieran a desprenderse de sus bonos para intervenir en el mercado pero parecería que esa estrategia se ha ido desvaneciendo”, completó Repetto.