El dólar libre avanza 60 pesos y marca un máximo en $1.240 para la venta. En enero gana 215 pesos o un 21%, con una brecha cambiaria que supera el 50 por ciento. El dólar “contado con liqui” y el MEP escalan 6%, también en récord
La cotización libre del dólar rompe un nuevo máximo intradiario, para ser negociada a $1.140 para la venta en la plaza informal, con alza de 60 pesos o un 5,1% en el día. De esta forma, el dólar libre acumula una ganancia de 215 pesos o un 21% en lo que va de enero, para aventajar a la inflación estimada en el arranque del año. Con un dólar mayorista en los $818,70, la brecha cambiaria llega al 51,5 por ciento.
En la misma línea, las cotizaciones libres del dólar que se negocian a través de acciones y bonos también se mantienen firmes y al alza, en sintonía con el dólar “blue”. El dólar “contado con liquidación” para exteriorizar divisas sube a $1.290 (+6%) en el promedio de acciones, y a $1.272 (+5,9%) en el Senebi (Segmento de Negociación Bilateral) de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), con el Bonar 2030 (AL30C) en Contado Inmediato. El dólar MEP con bonos se pacta a 1.238 pesos (+6%) en el segmento PPT (Prioridad Precio Tiempo) de ByMA.
El Gobierno fijó el tipo de cambio oficial en $800 el 13 de diciembre, con alzas diarias al margen y un aumento provisorio del impuesto PAIS a las importaciones y retenciones de las exportaciones no agropecuarias. El BCRA comunicó que, a partir de la devaluación, el tipo de cambio se deslizaría a un ritmo de +2% mensual en el corto plazo. Según analistas, permitirá anclar expectativas y alentar la liquidación de divisas. También, por medio del Decreto 28/2023, se oficializó un nuevo Programa de Incremento Exportador que estableció que las ventas al exterior se liquidarán 80% al dólar oficial y 20% al “contado con liquidación” en la Bolsa. Estas primeras medidas permitieron que el BCRA lograse iniciar una racha compradora de reservas Internacionales.
No obstante, ese ritmo de apreciación del dólar oficial, dada la inercia inflacionaria, empieza a generar tensiones y incrementar las apuestas acerca de cuándo volverá a aplicarse un salto discreto del tipo de cambio en el corto plazo.
“Si se materializa en niveles de inflación de +25% mensual de diciembre a marzo, se retornaría ya a niveles de tipo de cambio real multilateral prácticamente similares a aquellos previos a la devaluación de diciembre. Esto introduce dudas acerca de la sostenibilidad del régimen cambiario planteado y, en consecuencia, en los posicionamientos en activos financieros, en el marco de un mercado que se volcó fuertemente a la deuda atada al coeficiente CER en detrimento de los activos atados al tipo de cambio”, indicaron los expertos de TSA Bursátil
“La contracara de estas medidas es, naturalmente, un recrudecimiento de la inflación. Analistas especulan con un ‘verano caliente’, donde la inflación acumulada en los primeros tres meses de gestión podría alcanzar 100 por ciento. Una primera prueba de ello fue el dato de diciembre, que se situó en 25,5%, siendo el mayor registro mensual desde inicios de la década del ‘90. Esta dinámica en los precios, naturalmente repercutirá en la competitividad cambiaria y seguramente atentará con el objetivo, recientemente ratificado del BCRA, de mantener el deslizamiento del tipo de cambio oficial en sus niveles objetivo”, advirtieron los analistas de TSA Bursátil.
Hay que recordar que el dólar libre no le pudo ganar a la inflación de 2023. La cotización alternativa cerró el año pasado a $1.025, con una ganancia de 679 pesos o un 196,2%, debajo de una inflación de 211,4% la más alta del mundo.
Aunque el nuevo Gobierno enfatizó su voluntad de evitar recurrir a la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal, con activas colocaciones en el mercado de deuda, el exceso de pesos se sigue haciendo evidente y es una realidad con la que hay que convivir en el corto plazo. Las tasas de interés negativa desalientan las colocaciones en moneda local y no quedan demasiadas alternativas en lo inmediato que buscar la cobertura en divisas.
Por otra parte, las intensivas compras de dólares que viene efectuando el BCRA en el mercado de cambios desde el 11 de diciembre -cerca de los USD 5.000 millones- obligaron a una fuerte emisión monetaria de unos $3,8 billones, un 37% de la Base Monetaria, hoy en torno a los 10,3 billones de pesos.
En tanto, durante la gestión de Milei, los pasivos remunerados del Banco Central se incrementaron un 30,7% o $6,6 billones, desde los $21,5 billones el 7 de diciembre, a los $28,1 billones el 15 de enero, lo que significa que la expansión de pesos, aunque esté encajada dentro del sistema, mantiene un ritmo muy acelerado que tarde o temprano derrama en todos los precios d ela economía.
Si se suma la cantidad de pasivos monetarios que contabiliza el Banco Central en su balance, la cifra alcanza unos $39,8 billones con la Base Monetaria, más pases Pasivos, contra reservas internacionales brutas cercanas a los 24.000 millones de dólares, da un ratio de pesos versus reservas superior a los $1.600 por dólar. “Esto sigue dando un dólar de equilibrio muy alto”, subrayó el analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano.
“Cerramos la semana anterior con 40% de brecha y celebrando el acuerdo con el Fondo. Hay una realidad, sobran los pesos. Estamos inflacionando muy fuerte, el dólar no tiene otro lugar que ir para arriba. Los analistas en la Argentina cometen dos errores. Suponen rápida desinflación, lo que suena una fuerte sobrestimación del problema que tenemos por delante. Segundo, con un país todavía al borde de una ‘híper’ piensan que el dólar en $1.200 es caro. Somos argentinos, debiéramos anticipar mejor. Creo que hay mucho pensamiento mágico y no ven la Argentina que se viene. Ojalá me equivoque y sea todo muy fácil y en seis meses hayamos desinflacionado este país . La Argentina hoy quedó atrapada en un limbo inflacionario donde todo el país sufre incómodamente una realidad inflacionaria recesiva”, afirmó Germán Fermo, estratega en mercados internacionales del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).