En pleno feriado por el Día del Trabajador, la Comisión Nacional de Valores (CNV) modificó las condiciones para operar dólar MEP y contado con liquidación (CCL). Se trató de un nuevo intento por evitar que las cotizaciones financieras continúen escalando, luego de la corrida cambiaria que registraron durante la segunda quincena de abril.
En líneas generales, la medida no afectó a los pequeños ahorristas. Solo quedaron excluidos aquellos inversores que tomen cauciones o pases (los préstamos del mercado de capitales), para así evitar la compra por “especulación”.
“Para el cliente regular, la operatoria de dólar MEP y contado con liquidación (CCL) no cambia absolutamente en nada, salvo que tenga una posición en caución tomadora. Esto quiere decir, que esté pidiendo dinero prestado en el mercado en alguna moneda, sean dólares o pesos. Pero es algo que generalmente no ocurre con la mayoría de los clientes”, explicó Ariel Sbdar, fundador de Cocos Capital.
Sin embargo, el segundo punto de la normativa limitó las carteras de los Agentes de Compensación y Liquidación (Alycs). Eso hizo que algunas sociedades de bolsa ajusten sus sistemas de cara al usuario y ayer, en ciertas aplicaciones, aparecían dos cotizaciones diferentes del mismo dólar.
Para empezar, el dólar MEP tiene tantos precios como activos financieros hay en el mercado. Es una herramienta que permite a los argentinos dolarizarse, sin el límite de US$200 mensuales y con pocas condiciones para su acceso, y surge de la compra-venta de bonos o acciones.
Por ejemplo, si se compra el bono en pesos del GD30 ($11.640) y se revende el mismo título en dólares (GD30D, a US$27,1), al dividir da como resultado una cotización de $431,11. Pero si se hace con AL30, otro de los activos más utilizados por los argentinos, el valor final es de $429,72. Son los títulos soberanos más populares para concretar estas operaciones y, en este caso, la única diferencia es de precio.
Eso sí: entre la compra y la venta del bono hay un parking [tiempo mínimo que debe permanecer en la cartera] de 24 horas. Es decir, al comprar el bono en pesos hay que esperar un día para revender la especie en dólares. Si en ese transcurso de tiempo el bono sufrió grandes fluctuaciones en su precio, moneda corriente en épocas de intervenciones del Gobierno, se verá reflejado en el valor final.
En algunas ocasiones, el ahorrista puede verse beneficiado y comprar más barato de lo que creía. En otras, puede costarle mucho más caro. Para evitar la volatilidad, algunas sociedades de bolsa decidieron implementar un precio de venta cerrado: el valor negociado se mantiene, más allá de lo que suceda con los bonos.
No obstante, la nueva resolución de la CNV puso eso en jaque. A partir de ahora, las Alycs ya no podrán comprar títulos soberanos mediante el segmento Prioridad Precio-Tiempo (PPT), más conocido contra “pantalla” (el valor visible del dólar MEP y CCL). Deberán hacerlo a través del Senebi, que es una negociación privada y mayorista de estos mismos bonos, pero que tiene un valor más caro.
En la práctica, eso generó que algunas sociedades de bolsa ofrezcan a partir de este martes dos tipos de dólar MEP. Uno con precio cerrado, más conocido como Senebi, que ayer cerró en torno a los $450. El precio es más alto, pero se le garantiza al ahorrista que pagará el valor que se pacta. El otro es con precio abierto, que actualmente cotiza cerca de los $430. En este caso, el precio final podría variar dependiendo de la volatilidad del mercado, pero sale $20 menos.
“Eliminar esa volatilidad en el precio, con el botón dólar MEP, hace que este dólar sea un poco más caro que la otra opción a través de la cual el usuario asume riesgo en el precio. Por ende, esta cotización va a ser más alta que la que se ve con la compra/venta de, por ejemplo, AL30 y GD30, porque el precio que se ve en los portales asume que se tienen los bonos parkeados”, sumaron desde IEB+.