Estos eventos impactaron en las expectativas del mercado y, según la herramienta Fed Watch de CME Group, el mercado asigna un 70,1% de probabilidad de que la Fed mantenga la tasa en el nivel actual en la próxima reunión.
Norberto Sosa, director de Grupo IEB, analizó: “Los datos macro más relevantes de las últimas semanas, el PCE core interanual y el reporte laboral justificarían un aumento de 25 puntos básicos. En el caso del primero, el dato publicado fue de 4,7%, lo cual superó al consenso de 4,6%. Si bien la diferencia pareciera marginal, representa la quinta lectura consecutiva en la que este indicador fluctúa entre 4,6% y 4,7% consolidando el clima de ‘inflación pegajosa’. Con respecto al segundo, la cifra publicada de nóminas salariales sin incluir al sector agrícola fue 339.000 versus un consenso de 190.000, por lo que el desvío fue demoledor. Sin embargo, las declaraciones recientes de Philip Jefferson (nominado por Joe Biden a vicepresidente de la Fed) y de Patrick Harker (presidente de la Fed de Filadelfia) coincidieron en que la Fed debería omitir un aumento en junio. Por lo tanto me sumo a la lectura del mercado que estima con aproximadamente un 70% de probabilidad que el FOMC, el 14 de junio oprimiría el botón de pausa en el proceso de suba de la tasa de política monetaria”.
En este sentido, Sosa se sumó a lo expresado por Jefferson y planteó que, “si el FOMC no aumenta la tasa el 14 de junio, no debería interpretarse que la misma llegó a su máximo” ya que “podría llegar a ser aumentada el 26 de julio según el resultado de los próximos indicadores que se vayan publicando”. “Queda claro que la información reciente no justifica que el trabajo de la Fed haya terminado. Menos aún, estar pensando en comenzar un proceso de baja de tasas, el cual pasaría a 2024. Es muy relevante si el FOMC ratifica o rectifica sus proyecciones macro trimestrales, dado que una modificación del sendero de su proyección de tasas podría tener más impacto en el mercado, que un aumento o no de 25 puntos básicos”, agregó.
Qué pasa en la Argentina
Según Balanz, la renta variable local viene acompañando la buena dinámica que están exhibiendo los índices globales, con una suba del 8,8% medido al CCL, mientas que la renta fija en dólares local avanzó en promedio un 18,9% en el último mes. Hacia adelante, destacaron que “la evolución del panorama electoral a medida que se aproximen definiciones y la dinámica de la macroeconomía serán factores determinantes que influirán en el precio de los activos”.
Asimismo, Sosa consideró: “La baja de tasas de la Fed no se dará en el corto plazo. A su vez, sus miembros han declarado que de comenzar una reducción de la misma sería para llegar a un objetivo neutral. Por lo tanto, no hay un horizonte en el cual la tasa pueda volver a un nivel de 0,25% como a comienzos de 2022. Conclusión: el futuro de la Argentina está más atado a cuestiones endógenas que exógenas”.